Candelas Varela, Fomento Alumni del colegio Las Acacias ha pasado la mitad de su vida en la capital de la República africana del Congo, en Kinshasa; trabajando como enfermera y formadora de enfermeras, en el Centre Hospitalier de Monkole.
En las últimas semanas su historia se ha vuelto viral por su grave enfermedad, que ha ocasionado su traslado urgente a España en un avión medicalizado, para ser tratada.
La alumni del colegio Las Acacias, Candelas Varela, lleva muchos años dedicada a los demás. En el año 2018, su labor fue reconocida con un Premio Fomento Alumni: un galardón otorgado a las personas que representan con su vida los valores que el proyecto educativo de Fomento procura a todos sus alumnos.
Una vida dedicada a los demás
Candelas tuvo claro desde muy joven que quería hacer una carrera de servicio. Se sentía una privilegiada y quería compartir tantas cosas recibidas -de su familia, sus padres y hermanos, de sus profesores- con los demás. Para lograrlo, estudió Enfermería.
Con 25 años y tras cinco años de formación en varios hospitales españoles, comenzó su andadura en el Hospital de Monkole: una institución privada erigida con fondos procedentes, entre otros, de la solidaridad de muchos europeos; y que atiende a una extensa población en Kinshasa. En Monkole ha curado, asistido y formado también a quienes ahora curan y asisten.
Una labor asistencial y educativa
De su vida en Congo pone en valor que a la pobreza material e intelectual en la que vive el país le acompaña una gran riqueza humana y espiritual. Que allí se valora por encima de todo la alegría, el dar tiempo a los demás, a la familia, a la mujer, a cada vida.
Buena parte de estos valores, que comparte con la población congoleña, la aprendió en las aulas de Las Acacias, el colegio de Vigo en el que creció. Parte de su labor en África ha sido no solo asistencial, sino también educativa.
En estos 25 años su lucha ha sido también la de dignificar la vida de cuantos tenía cerca. Profesionalmente, a través de la enseñanza, formando a varias generaciones de enfermeros en la higiene y la calidad asistencial. Y personalmente, peleando por cuantos necesitaban de su ayuda en cualquier forma.
Mejorar la vida de los demás
A lo largo de estos 25 años ha ido mejorando la calidad y los medios de su hospital, que hoy lo es de referencia en toda África. También a través de la búsqueda de fondos en Europa.
El milagro, hoy, es que se está recuperando del estado crítico en el que llegó a España. Fue gracias a las gestiones y las ayudas de cientos de donantes que costearon su avión medicalizado. Y confiamos en que pronto podrá volver a las calles de su querida Kinshasa y seguir haciendo posible el milagro de Monkole.
