María González-Baizán González-Lamuño del Colegio bilingüe Peñamayor es Inspectora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Ha sido seleccionada para formar parte de la campaña de captación de talento de las administraciones públicas.
La alumni de la VII promoción se encarga de llevar a cabo inspecciones de correcta fabricación y buenas prácticas de distribución, tanto a nivel nacional como internacional. Gracias a personas como ella, sabemos que los medicamentos que se autorizan en la Unión Europea cumplen con las garantías de calidad, seguridad y eficacia. María es un ejemplo de Talento Público y, por eso, forma parte de la campaña «Captación del talento” en las Administraciones Públicas». Se trata de una campaña impulsada por el Ministerio de Hacienda y el Instituto General de la Administración Pública.
María estudió Farmacia en la Universidad Complutense de Madrid. Al finalizar, realizó las oposiciones a Farmacéutico Titular del Estado. Actualmente, trabaja en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios como Inspectora de Normas de Correcta Fabricación. Su labor se centra en verificar que los laboratorios producen y controlan los medicamentos y principios activos de forma que sean seguros para los pacientes.
¿Qué te impulsó a estudiar Farmacia?
Farmacia era una carrera que combinaba dos de las cosas que más me gustaban: por un lado, el cuidado de las personas y por otro, la química, cuyo amor me transmitió mi padre. Además, tiene salidas profesionales muy diversas: asistenciales, regulatorias e industriales, por lo que me abría muchas puertas.
¿Cómo es tu día a día? ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Cada mes tengo varias inspecciones. Son presenciales en las plantas de fabricación, tanto en España como en terceros países. Posteriormente, redactamos los informes y evaluamos las acciones correctivas, entre otras.
Lo que más me gusta de mi trabajo es que cada día es diferente y vivo en un aprendizaje continuo. Otro aspecto que disfruto son las inspecciones en terceros países, pues me permiten reforzar mi experiencia internacional y conocer otras culturas.
Hablamos de tu experiencia internacional ¿Qué países has visitado? ¿Qué aprendizajes te has llevado de cada lugar en el que has estado trabajado?
He estado en Estados Unidos cuatro veces, Turquía y Suiza. Este año además de las inspecciones por toda España y de repetir Estados Unidos, iré a Egipto, China y Turquía.
En general aprendes a ver el enfoque que se da a cada problema en las diferentes culturas. Por supuesto, trabajar en un idioma que no es tu lengua materna es un reto adicional.
¿Qué supuso para ti ser elegida para formar parte de la campaña de talento de las administraciones públicas?
Fue una oportunidad enorme. El programa busca dar a conocer diferentes cuerpos de la Administración. Poder contar a qué te dedicas en tu día a día y animar a otras personas a que opositen es todo un reto.
¿Qué consejos darías a los que están acabando su vida escolar?
Les diría: “confía en tus capacidades, lucha, si no lo logras, no pasa nada, porque tendrás el orgullo de haberlo intentado. La vida tiene muchos reveses y hay que aprender a levantarse, sacar aprendizaje y volver a intentarlo”. También les diría que se rodeen de gente que crea en ellos y que disfruten de su familia. Mi familia siempre ha estado al pie del cañón conmigo y considero que ha sido determinante, especialmente en la oposición. Creo que eso me lo llevo para toda la vida: unos padres que siempre han estado. Y estoy segura de que mi padre me continúa acompañado desde el Cielo.
Confía en tus capacidades, lucha, si no lo logras, no pasa nada, porque tendrás el orgullo de haberlo intentado. La vida tiene muchos reveses y hay que aprender a levantarse, sacar aprendizaje y volver a intentarlo
María González-Baizán
¿Qué tres palabras te vienen a la cabeza cuando piensas en tu colegio?
Acompañamiento, perseverancia y compañerismo. En lo relativo al acompañamiento, recuerdo a mi tutora Pilar con mucho cariño, siempre confió en mí. Junto con mis padres, la considero clave en mi educación. La perseverancia me llevó a luchar por mis sueños y eso creo que se me inculcó en el colegio y es algo que sigo desarrollando ahora. En cuanto al compañerismo, recuerdo quedar a estudiar por las tardes con mis amigas para los exámenes y que cada una ayudara en la asignatura que se le daba mejor.
¿Qué destacarías de tu paso por Peñamayor?
Crecer con los mismos valores que me transmitieron mis padres en casa y la oportunidad de desarrollarme artísticamente en la escuela de música: aprender a tocar el piano y a disfrutar de la música fue un lujo.
En tu faceta profesional, ¿en qué crees que te preparó mejor el colegio?
A luchar por las cosas y a no rendirme cuando no consigo los resultados fácilmente. También a querer algo y poner todo el esfuerzo en intentar lograrlo. Esta fue mi filosofía durante la oposición. Creo que es importante mirar hacia atrás y sentirse orgulloso de uno mismo. No pasa nada si no lo logras, pero sí es importante tener la paz de haber hecho lo que estaba en tu mano.
Humanamente, ¿has notado la huella de los valores del colegio en tu trayectoria profesional y personal?
Para mí la huella más importante es haber entendido el valor infinito que tienen las personas, eso te hace vivir de otra manera.