Aprender a tocar un instrumento va más allá de la técnica. Requiere poner en práctica todas las potencias y facultades. Los efectos positivos que aporta la música se palpan no solo en la capacidad intelectual, también en otros niveles: personal, social, sensitivo y emocional.
Uno de los mayores beneficios de tocar un instrumento es el aumento de la capacidad intelectual. Al ejercitar de forma simultánea diversas áreas de nuestro cerebro, se potencia la actividad neuronal.
Así lo revela un estudio reciente, publicado en 2023 por la revista ‘Frontiers in aging neuroscience’. El artículo señala que aprender a tocar un instrumento, durante tan solo 10 semanas, puede mejorar la memoria. Y, también, la capacidad auditiva y motora.
La asombrosa influencia de la música en el cerebro
Además, se ha comprobado en la práctica docente cómo esta actividad potencia otras capacidades: el razonamiento matemático, el pensamiento lógico y el aprendizaje de idiomas.
Disfrutar de la música es una ocasión de trabajar facultades tan importantes como la imaginación y la creatividad. Los niños aprenden, desde pequeños, a pensar de forma creativa. Son capaces de resolver problemas, imaginando distintas soluciones y alternativas.
La música: una oportunidad para la gestión emocional y el crecimiento personal
Es indudable que la música ayuda a sentirnos mejor. Tocar un instrumento requiere una gran atención y concentración. Esto facilita que la mente deje a un lado las inquietudes y preocupaciones diarias.
A nivel emocional, es una manera preciosa de expresar los sentimientos y emociones. Las piezas musicales llegan a conmover los corazones de quienes la interpretan y de quienes la escuchan.
Por último, y no menos importante, aprender a tocar un instrumento exige dedicación, constancia y paciencia. El hábito juega un papel muy importante. Reservar un momento específico para practicar a diario, les enseña a gestionar mejor su tiempo. Y, por tanto, a ser disciplinados en otras facetas de la vida, como en el ámbito académico o el deporte.
A medida que el niño alcanza metas en su formación musical, se siente orgulloso de sus logros y gana confianza en sus habilidades. En definitiva, desde la música, aprenden que la perseverancia tiene como recompensa el placer de lograr la excelencia.
La Escuela de Música del Colegio Montealto: 28 años trabajando el talento
El Colegio de Fomento Montealto cuenta con una Escuela de Música, que dispone de 8 aulas acústicamente adaptadas. Un equipo de 13 profesionales cualificados imparten clases individuales y colectivas en las siguientes disciplinas: piano, violín, violonchelo, flauta travesera, guitarra española y eléctrica, batería, producción de música electrónica, lenguaje musical y armonía.
La formación está dirigida a los alumnos, desde los tres años, y a las antiguas alumnas y madres del colegio bilingüe Montealto. Este curso son 136 los alumnos que participan en las distintas actividades. La calidad educativa es uno de los rasgos característicos de la Escuela de Música del Colegio Montealto de Madrid. Así lo avalan los excelentes resultados del curso 2022/2023 en los exámenes oficiales de ABRSM (Associated Board of the Royal Schools of Music): 100% de aprobados, de los que el 61% de las alumnas obtuvieron sobresaliente o notable.
El Colegio Montealto, consciente de los beneficios que aporta tocar un instrumento desde edades tempranas, incluye la enseñanza de violín Suzuki para todos los alumnos de 2º y 3º de Educación Infantil. Las clases son impartidas por profesores especializados de la Escuela de Música. A lo largo del curso, se imparten clases abiertas para las familias de los más pequeños. Además, se organizan conciertos trimestrales, actuaciones especiales en el ‘Día de la Música’ para las alumnas de Primaria y un concierto benéfico organizado por el APA.
