El Colegio de Fomento Montearagón ha celebrado el Scratch Day. Los alumnos de 1º y 2º de Primaria han sido los elegidos, junto a sus padres, para protagonizar esta fiesta de la programación. El éxito de esta jornada ha interesado y acercado todavía más a las familias de Primaria a los Proyectos de Innovación que desarrolla el colegio de la mano de Fomento.
Retos y proyectos en el primer Scratch Day de Montearagón
Durante más de una hora, cada familia ha compartido una clase con su hijo y aprendido algunos tips de programación. Cada alumno ha mostrado a su familia sus habilidades como programador. Nuestros jóvenes consultores tecnológicos explicaban los objetivos a alcanzar, las competencias desarrolladas y las actividades a realizar. Dos han sido los proyectos elegidos. “Detectar las teclas” mostraba la habilidad, armonía y dominio de teclado y pantalla. Después, en “A bailar”, el alumno animaba a una figura que respondía a las instrucciones del teclado mediante la programación previa.
Montearagón, un pequeño Silicon Valley aragonés
En las dos jornadas en las que se desarrolló este evento, cada alumno de 2º y 1º de Primaria respectivamente mostró la destreza adquirida en esta disciplina STEAM que emplea el lenguaje de programación visual Scratch. Un proyecto de innovación que aúna pensamiento computacional y razonamiento lógico de forma divertida. Para ello, la biblioteca de Montearagón, perfectamente ambientada al efecto, se había convertido en un pequeño Silicon Valley aragonés. «El éxito del primer Scratch Day de Montaragón se debe a la implicación de familias, alumnos y profesores. Todos han venido hoy al colegio con ganas de aprender y divertirse» , subrayó durante la celebración Carmelo Añón, subdirector de Primaria de Montearagón.
Este evento a modo de encuentro tecnológico es una muestra más de la apuesta de Montearagón por la innovación y la calidad educativa. Por el aprendizaje significativo basado en el “Learning by Doing – Learning by Playing”. Una jornada de convivencia entre alumnos, padres y profesores donde los primeros demuestran que nada novedoso se les resiste. Donde la relación de nuestros alumnos con la tecnología pasa por ser de meros consumidores a ser creadores; a impulsar y compartir proyectos propios de una manera divertida
