El pasado jueves 18 de marzo se celebró en el Colegio Montespiño el Acto Académico de Imposición de Becas de 2º de Bachillerato. Familiares, profesores y amigos acompañaron a las alumnas en este día tan especial.
Acto académico en el colegio Montespiño
El acto comenzó con una lección magistral a cargo de Jaime Casiñeiras, director general de EMALCSA. A continuación, se impusieron las becas a todas las alumnas de la promoción. También, como es costumbre en Montespiño, despedimos con gran agradecimiento a las familias que dejan el colegio tras una larga trayectoria.
Por último, como reconocimiento a su labor profesional, se impuso la beca a Mª Luz Tizón por sus 25 años de dedicación y entrega en el colegio.
Tanto la directora del centro, María Figueroa, como la delegada transmitieron unas palabras a la promoción que se despide del colegio. Después del Acto Académico, alumnas y profesores, disfrutaron de un video conmemorativo con el que recordaron su andadura en el colegio.
Alumno Hoy Alumni Siempre
La presidenta de la Alumni Montespiño no quiso desaprovechar la oportunidad para dar la bienvenida a la asociación de antiguas alumnas. Alumni es una entidad que crea comunidad, una identidad y un vínculo propio. Les hablo de ese sentimiento de pertenencia que les acompañará durante toda su vida. El fin de Alumni es mantener el vínculo y el trato entre las alumnas de Montespiño. Para ello, se realizan a través de distintas actividades tanto profesionales, como sociales o deportivas.
Orgullo de pertenencia
Clara fue la encargada de dar el discurso de despedida como delegada de curso. En nombre de toda la promoción:
“Tengo que dejar un hueco especial en este discurso para las profesoras. Muchas llegaron al colegio, tanto en Primaria como en Secundaria, y fuimos sus primeras clases, nos alegramos mucho de que con nosotras pudieran comprobar que su vocación era dar clase y les aseguramos que así es, nunca lo dejen porque están hechas para esto. A las profesoras de primaria e infantil, gracias por tener tanta paciencia y enseñarnos desde 0, fueron la base de todo. También están las míticas profesoras de Montespiño, que cuando eras pequeña, les tenías respeto, porque eran las profes de las mayores. Cuando nos han dado clase, nos hemos dado cuenta de que por qué año tras año siguen aquí, y es que tienen un don para hacer que las cosas difíciles sean tan simples como sumar 2+2. No sé qué sería Montespiño sin ustedes. A todas las profesoras, gracias de corazón por todo su esfuerzo, paciencia y ganas de soportar a un grupo de 33 adolescentes. Sin su ayuda, no hubiéramos llegado hasta aquí.”