La distancia no es un obstáculo para dedicar tiempo a los demás. Este curso, en el colegio Torrevelo-Peñalabra en Cantabria, las alumnas y alumnos se han podido trasladar a Uruguay y al Congo para poder llevar entretenimiento a niños de entre 5 y 8 años.
En el colegio Torrevelo-Peñalabra siempre ha existido la inquietud de que los alumnos aprendan a pensar y a darse a los demás; y el voluntariado es un buen medio para alcanzarlo. Debido a las circunstancias sanitarias, este curso no se han podido llevar a cabo las actividades presenciales, de modo que surgió la idea de contactar con otros colegios para ver cómo colaborar.
Entretenimiento y papiroflexia para niños
Así el colegio Torrevelo- Peñalabra contactó con el colegio Los Rosales de Montevideo y el Lycée Liziba de Kinsasa. De las conversaciones con ellos, surgió la idea de tener un taller semanal de papiroflexia.
Cada semana, en pequeños grupos de alumnas de bachillerato, prepararon la manualidad para luego hacérsela a los niños. Desde noviembre han pasado por sus manos ranitas saltarinas, coronas de princesas y príncipes, caritas de cerdos, perros, comecocos, muñecos desplegables…
Voluntariado internacional a través de internet
La pandemia ha agudizado el ingenio y lo que antes no se planteaba, ahora resulta fácil y sencillo, solo hay que conectarse a través de una plataforma online y los alumnos del colegio Torrevelo-Peñalabra ya se hacen presentes en otro lugar.
El personal de estos colegios ha transmitido que cada semana el rato que están con Torrevelo-Peñalabra es una fiesta para los niños; sin embargo, las alumnas y alumnos del colegio de Santander reconocen que la fiesta es para ellos, al ver la emoción al ver las cosas que van haciendo, y disfrutando de una manera diferente de hacer voluntariado.